Pedro Morales, licenciado en Farmacia y estudiante del grado en Nutrición Humana y Dietética en la Universidad Europea del Atlántico nos explica algunas claves nutricionales para la práctica crossfit, un tipo de entrenamiento compuesto por ejercicios funcionales, constantemente variados, ejecutados a un alto grado de intensidad.
Morales recomienda a quienes practiquen el crossfit realizar hasta seis o siete comidas al día. “Se harían necesarias hasta siete tomas diarias, adaptando el tipo de ejercicio y el número de tomas dependiendo de cada persona”.
Este estudiante de Nutrición Humana y Dietética cree que aquellos deportistas que han llegado a su grado máximo de rendimiento físico y ya no son capaces de mejorarlo, pueden apoyarse en otros factores como pueden ser “la hidratación, la alimentación, etc”.
El crossfit combina los beneficios de diversas disciplinas como la gimnasia, el atletismo o la halterofilia, pero practicadas a un alto nivel de intensidad y con el objetivo de desarrollar las capacidades y habilidades humanas: resistencia cardiovascular y respiratoria, resistencia muscular, fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, agilidad, coordinación, equilibrio y precisión. Exponiendo a la persona a tantos escenarios y combinaciones de movimientos como sea posible se logra una adaptación que la prepara para ofrecer un alto rendimiento físico.
El crossfit nació a finales del siglo XX en California (Estados Unidos) y plantea el trabajo de todas las habilidades físicas con el propósito de crear un atleta completo. Su creador, Greg Glassman empezó a usar esta técnica para el entrenamiento de miembros de la Policía del estado. Posteriormente, el método fue utilizado también para la preparación del cuerpo de Marines norteamericano, otras unidades militares o brigadas de bomberos. Las sesiones de entrenamiento duran alrededor de una hora diaria y no se limitan al aspecto físico sino que incluyen también una componente motivacional.