Los alumnos de la Universidad Europea del Atlántico han empezado los exámenes esta semana. Es de imaginar, por lo tanto, que estos días pasaran un buen número de horas sentados delante de sus libros y apuntes. Pero, cuidado. La acumulación de trabajo, las prisas del último momento o el hecho de querer repasar todo el temario en unos pocos días lleva a muchos estudiantes a abandonar hábitos de vida saludables, entre ellos practicar ejercicio físico.
¿El resultado? Nada bueno. Cuando lo que falta es tiempo muchas veces se tiende a descuidar aquellas rutinas que, en cierto modo, se consideran accesorias o prescindibles. No obstante, los expertos son claros y recomiendan realizar ejercicio durante los exámenes para ayudar a optimizar el tiempo de estudio y evitar los típicos dolores asociados a estas jornadas maratonianas: molestias en trapecios, cuello, cabeza…
La profesora del grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Europea del Atlántico Mireia Peláez Puente comparte esta prescripción y anima a sus alumnos a mantenerse activos durante estos días. “Quienes realizan deporte habitualmente es aconsejable que mantengan el ritmo en esta época, y los que no tienen este perfil bastará con que elijan alguna actividad que les guste y que la practiquen tres veces a la semana”, comenta.
Asimismo, Peláez Puente recomienda invertir todos los días un rato en dar un buen paseo y realizar algunos ejercicios muy fáciles. “A veces es suficiente con prestar un poquito de atención a la postura que se adquiere al estudiar y realizar movimientos suaves acompañados de estiramientos”, añade. De hecho, dice, “algunos ejercicios se pueden poner en práctica sin abandonar el puesto de trabajo”.
Aun a riesgo de recordar con la siguiente afirmación el viejo eslogan de una famosa bebida energética, es muy cierto que el ejercicio revitaliza el cuerpo, pero también la mente. Ayuda a la vez a desconectar y a concentrarse, a dormir mejor, a liberar tensión acumulada, a relacionarte con otras personas, a pasar un rato divertido y, en definitiva, a contrarrestar las horas que, inevitablemente, todo estudiante ha de pasar hincando codos.
En resumen, mantener una buena rutina de ejercicio físico en época de exámenes previene las tensiones sobre el tejido muscular y facial y mejora el rendimiento de estudio. Existen, además, una serie de movimientos sencillos que se pueden llevar a cabo, incluso, sin abandonar el puesto de estudio en la biblioteca. Por ejemplo, movilizar y relajar la musculatura del cuello para que fluya la circulación de la sangre y así facilitar la llegada de oxígeno al cerebro, el alimento de las tan ocupadas neuronas.
Además es conveniente prever pequeños descansos de no más de cinco minutos para levantarse, estirarse o moverse. La profesora de la Universidad Europea del Atlántico Mireia Peláez Puente propone a continuación una guía básica de ejercicios que se pueden poner en práctica sin moverse del puesto de estudio. ¿Cuántas veces se debe realizar cada ejercicio? Entre 10 y las que se necesiten.
ESTIRAMIENTOS
- Junta tus manos y estira como para tocar el techo, intentando alargar tu columna. Cuida que tu cuello no se arquee. Mantén 30 segundos y repite las veces que lo necesites.
Estiramiento 1: Alárgate
- Estira tu cuello en diferentes posturas. Nunca generes demasiada tensión, ha de ser agradable. Mantén cada postura 30 segundos y repite las veces que lo necesites.
Estiramiento 2: Estira tu cuello
- Desde la posición del estiramiento número 1, cuando hayas estirado hacia arriba, inclínate unos grados hacia un lado, mantén 30 segundos. Repite hacia el otro lado. Cuida que tu zona lumbar no se arquee.
- Para estirar tu espalda, imagina que quieres empujar una pared delante de ti mientas te mantienes sentado. Redondea tu columna y siente como se estira tu zona lumbar.
Estiramiento 4: Estira tu espalda redondeando y empujando