Veronica Vegni, una joven de 21 años, ha vivido una vida llena de cambios y aventuras. Nacida y criada en la encantadora ciudad de Florencia, Italia, su historia es la de una mente curiosa y un corazón apasionado por la diversidad cultural. A los 19 años, Veronica decidió emprender un nuevo capítulo en su vida al mudarse a Perugia para comenzar sus estudios universitarios en Traducción e Interpretación con especialización en inglés, francés y español. Su amor por los idiomas la llevó incluso a explorar el coreano, aunque admite que aún no lo domina.

El espíritu aventurero de Veronica no es nuevo. Durante sus años escolares, tuvo la oportunidad de participar en un intercambio en Los Ángeles, Estados Unidos. Fue allí donde, por primera vez, se sumergió en un entorno multicultural que la cautivó por completo. La experiencia de estar en contacto con diferentes culturas dejó una huella profunda en ella, y cuando se presentó la oportunidad de participar en el programa Erasmus de su universidad, Veronica no dudó ni un segundo.

El programa Erasmus ofrecía plazas limitadas para estudiantes interesados en realizar un intercambio en España, con opciones en Santander y Murcia. Veronica, con su amor por la multiculturalidad y su deseo de ampliar sus horizontes, eligió Santander. Sabía que esta ciudad le ofrecería la oportunidad de sumergirse en un ambiente internacional, rodeada de estudiantes de todo el mundo. La Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO) en Santander le brindaba no sólo un entorno académico de excelencia, sino también un apoyo constante para adaptarse a su nueva vida.

El proceso para llegar a Santander no fue fácil. Los requisitos para participar en el programa Erasmus eran exigentes, y Veronica se dedicó con determinación a cumplir con cada uno de ellos. Su esfuerzo dio frutos, y cuando le informaron que había sido aceptada, su alegría fue inmensa. Con expectativas abiertas y el deseo de hacer nuevos amigos, dar lo mejor de sí misma y vivir nuevas aventuras, Veronica llegó a Santander con la mente y el corazón abiertos.

Al principio, la adaptación fue un desafío. Santander y UNEATLANTICO representaban un cambio considerable respecto a lo que había conocido en Perugia. Sin embargo, gracias al apoyo y la calidez de las personas que la rodeaban, Veronica comenzó a sentirse como en casa. Las oportunidades académicas que la universidad le ofrecía, combinadas con la rica multiculturalidad del entorno, hicieron que Veronica se sintiera feliz y realizada en su nuevo hogar.

Hoy, Veronica se encuentra en Santander, disfrutando cada día de su experiencia Erasmus.Se quedará allí hasta finales de enero, aprovechando al máximo cada oportunidad que UNEATLANTICO le brinda. Aunque reconoce que adaptarse no ha sido fácil, aprecia enormemente la educación que está recibiendo y el cuidado con el que ha sido guiada a lo largo del proceso. Veronica Vegni es un ejemplo vivo de cómo el amor por las culturas y la dedicación pueden abrir puertas hacia un mundo lleno de posibilidades.